Campo vs. Gobierno, ¿quién ganó?
Desde hoy las rutas del país están libres. Después de 21 días de protesta, el campo despejó los caminos para dar paso a la circulación de camiones y permitir el normal abastecimiento de las góndolas.
¿Perdió el campo en su pulseada con el Gobierno? ¿O perdió la Presidenta?
Está claro que Cristina tuvo que ceder: habrá reintegros para que las retenciones queden en el 35% para los más chicos. Tuvo que salir dos veces a pedir, por favor, que liberen las rutas. Se podría pensar que, a poco más de 100 días de asumir, la gobernabilidad quedó al menos cuestionada. Mucha gente descontenta lo sigue estando y bien se sabe que, con el tiempo, el descontento aumenta.
Pero si se mira el conflicto desde el lado del campo, las retenciones móviles quedaron vigentes. Y la marcha atrás para los pequeños productores implica subordinarse a un sistema de subsidios lento y burocrático. ¿Por qué el sector accede a volver tras la tranquera si el espíritu de las medidas del 11 de marzo sigue en pie?
El campo tuvo que ceder. Lo hizo más por presión social que por pedido presidencial.
La demostración de fuerza en estos 21 días fue más que suficiente para hacer ver que la sociedad está muy lejos de alinearse como el kirchnerismo pretende. Los piquetes dejaron al descubierto la subordinación de los gobernadores a la caja central y un creciente descontento en los sectores medios, algo de lo que se supone el poder tomó nota.
Ambas partes tienen media batalla ganada. O perdida, si se quiere.