Se consume la tregua y al descontento del campo sólo lo distrae la cosecha: ya se recolectó 35% de la soja.
Lo más insólito de esto es que fue el Gobierno el que se inventó el conflicto. Se creó un problema y ahora no sabe cómo salir.
Es "pronosticable" que una quita del 44% iba a ser fuertemente rechazada. Quizá no imaginaron que tanto. Pero la decisión de mantener las retenciones móviles desnudan otro problema más grave que el de la falta de diálogo: las necesidades fiscales son acuciantes. El panorama internacional sigue complicado, Argentina tiene que hacer un colchón porque los subsidios (a los alimentos, a la energía y al transporte) son cada vez más altos. En 2006 fueron 2.100 millones de dólares; en 2007, 5.600 millones y para 2008 se habla de casi 8.000 millones, más de la mitad de los 40.000 millones de pesos que aportarán las retenciones.