No hay caso. Parece que es un defecto incorregible ese de prometer mucho más de lo que se es capaz de cumplir. El entonces vicegobernador Juan Schiaretti fue el promotor de mejorar el anuncio que Néstor Kirchner hizo el 11 de agosto de 2005, cuando anunció la construcción de ¡300 mil casas! en todo el país y la generación de 900 mil puestos de trabajo. Las viviendas serían de 50 metros, costarían 55.800 pesos cada una y las primeras estarían listas en los primeros meses de 2006. A Schiaretti se le ocurrió que la Provincia agregase 14 mil pesos por unidad para así poder agrandarlas (de 55 a 80 metros) y adaptarlas a la clase media. Es que el segmento de viviendas sociales venía siendo cubierto con fondos del BID, que financió la construcción de seis barrios ciudades en esta capital. Pero ambos gobiernos priorizaron otras urgencias y ese plan de viviendas no se hizo. En el lapso, la casa mejorada que iba a costar 70 mil pesos subió a 150 mil. En diciembre pasado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció un megaplán de 117 mil millones de pesos en obra pública, entre las que se cuentan las casas del Plan Federal II. El lunes que pasó volvió a reunir a algunos gobernadores y anunció la construcción de 56 mil viviendas en Córdoba, Chubut y Buenos Aires, en lo que viene a ser una reconversión de aquel Plan Federal II de 2005 del cual no se levantó siquiera una de las 300 mil casas anunciadas. La Nación ahora impuso otras reglas: pondrá hasta 80 mil pesos por casa, pero hay que devolverlos. Es barato –nueve por ciento anual durante 15 años–, pero carísimos con relación a los 55.800 pesos originales, que eran regalados. Schiaretti, que en 2005 estaba dispuesto a mejorar con 20 por ciento cada vivienda, ahora tiene fondos escasos. Para hacer lo prometido a los 16 mil beneficiarios originales, debería prácticamente duplicar lo que la Nación prestará por casa. Serían unos 1.120 millones de pesos: 10 por ciento del presupuesto. Inviable. Ya empezó un proceso selectivo. Se les hará una oferta mejorada a los seis mil de Capital y 658 Río Cuarto (¿cuál es el criterio?) que busque acercarse a lo que se prometió en 2005. Schiaretti quiere primero saber cuánta plata pondrá la Nación –y cuándo– para luego calcular el aporte local. Otra versión indica que no habrá fondos adicionales, pero que localizará estas casas en terrenos individuales, de modo que sea el propio beneficiario el que decida cuándo y cómo amplía esos polémicos 44 metros cuadrados. Pero claro, habrá que ser sinceros en un año electoral y decir que del Plan Hogar Clase Media no quedará siquiera el título. Muchos más. Hay que ser justos. Este defecto de prometer mucho más de lo que el presupuesto y la razón aconsejarían excede el tentador ámbito de la obra pública o el de las viviendas en particular. Sin ir más lejos, del Plan 0 Km todavía no se ha entregado ninguno en Córdoba por la sencilla razón de que las fábricas primero tienen que hacer la versión barata que le prometieron al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de al menos 15 de los 18 modelos prometidos. Mucho más atrasado aún va el plan para comprar utilitarios 0 km, del que ni siquiera se saben los modelos. El canje de heladeras sirvió para que algunos se entusiasmaran y fueran a averiguar, pero al menos en Córdoba hay que esperar que Patrick, Neba, Gafa y Bricket las fabriquen y las envíen. Cristina de Kirchner también anunció esta semana medidas de compensación para el agro. Los productores afectados por la sequía podrán diferir el pago de Ganancias, de Ganancia Mínima Presunta y de Bienes Personales, tres impuestos que se coparticipan con las provincias. La prórroga "cuesta" cinco mil millones de pesos, pero apenas 24 por ciento será asumido por el Tesoro nacional. El grueso, por las provincias y la Anses. Por caso, Santa Fe y Córdoba resignarían 180 millones de pesos cada una. En Córdoba, Schiaretti creó en noviembre una mesa de Seguimiento de la Crisis y prometió a las Pyme un auxilio de 400 pesos por empleado para que no despidan o suspendan personal. La Nación también hizo una promesa similar. Sin embargo, ninguna empresa todavía recibió un peso, según acusan los gremios y confirman las cámaras sectoriales. Es amplio el listado de las promesas que no resisten un archivo. El intendente de la ciudad de Córdoba, Daniel Giacomino, admitió que llevará tres meses normalizar la recolección de basura en la ciudad. Hoy salen los primeros 83 camiones Crese a la calle. Es tan baja la confianza de la gente en el éxito de esta empresa estatal, que en una de esas al inicio –antes de que los trabajadores adopten las mañas municipales– los ciudadanos alcanzan a ver una promesa cumplida.
