En menos de cuatro meses Cristina consumió todo el crédito popular con el que asumió. Se puede discutir que en realidad no tuvo luna de miel y, que desde el vamos, empezó pagando los platos rotos de su marido.
Pero cada vez son más las voces que hablan de que el modelo no da más. Las sugerencias van desde el "está agotado" a "hacer algunos retoques". La queja que empezó con el campo se ha disparado a muchos sectores, aunque con sus variantes. Por caso, los industriales, piden un dólar más alto porque se quedaron sin competitividad. Dólar alto es más inflación y salarios más deprimidos aún.
Sergio Recchia, de la Cámara de Industriales Metalúrgicos, le puso voz a un run run que está dando vueltas hace rato: 4,50 pesos para ser competitivos. Lo temible es que a este Gobierno le gusta complacer a los industriales.
En menos de cuatro meses, las expectativas de inflación se dispararon: de esperar un 16% anual, se habla del 32%. Eso para automáticamente el consumo y enrarece todos los ánimos. Si hay menos gasto de las familias, tarde o temprano cae la actividad económica. En febrero ya se redujo. Lo temible es que este Gobierno sigue creyendo que la inflación es del 9% anual.
Pero lo más temible de este Gobierno es que aún cree que el modelo no necesita ningún ajuste. Pese a que el campo ya se lo dijo de la peor de las maneras.