martes, 23 de octubre de 2007
Ay, si uno supiera...
Es fácil ahora decir que habría que haber abandonado la convertibilidad allá por enero de 1999, cuando Brasil devaluó el real. Así nos ahorrábamos lo costosísimo que resultó después salir del uno a uno. Es fácil ahora decir que en agosto o setiembre de 2001 tendríamos que haber sacado los ahorros de los bancos. Así muchos nos hubiéramos evitado la amargura y la impotencia del corralito. Es fácil lamentar ahora cómo no se guardaron entonces algunos dólares o euros en billetes que ahora valen varias veces más.
Como en la vida, es fácil decir ahora lo que hubiera que haber hecho cuando las cosas ya pasaron. La sabiduría está en tomar la mejor decisión cuando no es posible aventurar todavía las consecuencias.
Esta reflexión es para plantear una pregunta: ¿hay que frenar el crecimiento? ¿Un poco, poquito o nada? ¿Cuáles serían sus consecuencias?
Los ex presidentes del Banco Central argentino, Mario Blejer y Alfonso Prat-Gay economistas de larga trayectoria, tienen posturas opuestas al respecto. Y entre sus colegas las aguas están divididas.
En general hay coincidencia en que la demanda está demasiado exacerbada en la Argentina. Pero están los que dicen que hay que frenarla moderando la suba de salarios, seduciendo a la gente con instrumentos creíbles para que ahorre y cerrando el grifo de la emisión de pesos para sostener el valor del dólar. En la vereda del frente, están los que hablan de que no hay que tocar la demanda (a lo sumo, como Blejer, controlar su crecimiento) y dedicarse a trabajar sólo en el aumento de la oferta, con reglas claras que propicien la inversión.
Mientras el debate sobre lo que habría que hacer en materia económica en 2008 está instalado (por más que uno presuma que la futura presidenta ni siquiera escuche las sugerencias), el Gobierno sigue cocinando el mismo menú.
En setiembre el fisco devolvió Ganancias a 300 mil asalariados. Significaron mil millones de pesos de una sola vez y otros 500 millones de aquí a fin de año, por la baja del impuesto. Aumentó jubilaciones y pensiones y lo último: le pidió a los bancos que reaviven los préstamos personales y las cuotas a largo plazo sin interés. La consigna es que la gente gaste, que la rueda no se frene, que el consumo siga empujando el crecimiento. Está claro que Kirchner quiere despedir su primera gestión de Gobierno abrochando otro año con tasas superiores a ocho por ciento, sin medir si el costo a pagar por semejante fiesta, como dice Prat-Gay, será demasiado alto. O no, quién sabe.
Porque si uno supiera cuál de las dos recetas (frenar o no frenar el crecimiento) es la más conveniente, sería Gardel.
 
posted by Laura González at 13:05 | Permalink |


3 Comments:


  • At 23 de octubre de 2007, 16:36, Anonymous Anónimo

    Laura González,sin ofender, estás bien?
    "La sabiduría está en tomar la mejor decisión cuando no es posible aventurar todavía las consecuencias." No puede ser que alguien seriamente escriba ésto!
    "Esta reflexión es para plantear una pregunta: ¿hay que frenar el crecimiento? ¿Un poco, poquito o nada?" Si lográs explicitar qué o quién hizo algo positivo conscientementé "para crecer" o "para crecer mucho" en Argentina, me comprometo a leer tus notas durante un mes.

     
  • At 28 de octubre de 2007, 15:42, Blogger Laura González

    Es muy fácil hacer comentarios desde el anonimato. Igual le respondo. ¿Usted sabe ahora cómo ajustar la tarifa de servicios públicos sin provocar un shock? Seguramente después de que se tome esa medida, como tantas otras que se mencionan como necesarias, estarán los que digan que así no era, que habría que haber aplicado otra receta. Por eso, insisto, "la sabiduría está en tomar la mejor decisión" ahora, cuando no están claras las consecuencias.

    En cuanto a la intención de generar crecimiento, es para discutir. En lo personal entiendo que este Gobierno no tuvo plan, o mejor dicho, hizo del dólar alto su único plan. Después, tuvo suerte. Pero eso no quita que ahora se discuta un plan (o una aspiración de serlo) para moderar o no el crecimiento de los próximos años.
    Saludos. Y para la próxima, escríbame su nombre.

     
  • At 29 de octubre de 2007, 15:52, Anonymous Anónimo

    Laura González,

    No me es fácil ser anónimo. Gracias por la contestación, ya no la esperaba. Tu reacción me dice que logré mi objetivo.

    Te dás cuenta que no soy periodista, y he utilizado la opción Anónimo que dá tu blog para que leas lo que opina un cualquiera y yo realmente soy un cualquiera. Si no estás de acuerdo, debieras eliminar esa opción o el blog. No debes engañar a la gente.

    Tu nombre aparece firmando notas en el diario, y creo que puede haber mucha gente que las lee. No soy experto en Economía, quizá por eso mismo trato que no me metan el dedo en la boca. Soy una persona que vive en Córdoba y que se interesa en saber lo que pasa a mi alrededor y me esfuerzo en discernir qué me conviene como persona y como integrante de una sociedad, y qué no conviene. No es mi intención darte ninguna clase de nada. Tampoco me preocupa saber si representas a algún interés en particular.

    Pero en esas frases de tu blog hay una inocencia o un desconocimiento fuera de lugar sobre lo que estabas comentando o informando. No me cae bien que alguien que vive de la profesión de periodista , y dispone de tamaña herramienta como es un medio de comunicación, induzca a errores o banalice sobre un tema que es caro (en todo sentido) para los cordobeses.

    Acerca de tus frases,

    -Veo que agregas una coma y un “ahora”. Porque cuando se toman decisiones cuando no es posible aventurar todavía las consecuencias, se llama jugar al “gallito ciego” y eso no tiene nada que ver con la Sabiduría.

    -También veo que mencionas la carencia (o nó? en qué quedamos?) de “plan”. Sabés que nada se hace sin plan. Lo que sucede es que ese plan con sus resultados pueden o no gustarte. Pueden o no convenirte. Siempre depende de que lado te ubicas.

    -Con relación a los precios de servicios, no descubro nada diciendo que si son malos, cualquier precio es caro! Que los suban o los bajen, pareciera que lastima poco al ciudadano de a pie. Se sentirán muy dañados y protestarán (y conseguirán jugoso subsidio) “ ciertos empresarios” que hacen abuso intensivo y sacan provecho de ellos. Para conocer el shock no esperes al futuro: más vale que te dés cuenta que ya estás en shock. Cuando el precio del tomate es “la crisis”, estás en shock!

    La “Velocidad del Crecimiento” te preocupará menos cuando al paso del tiempo adviertas el continuo grado de estancamiento o retroceso en orden a bienestar, educación, calidad de vida, estabilidad laboral, habitación, seguridad, salud, medio ambiente y muchos etcéteras.

    Pese a que no respondiste mi pregunta, me castigo a leerte callado la boca tanto en tu blog como en el diario durante un mes.

    Y si llegaste hasta aquí: Buenas tardes, Buena suerte.