lunes, 5 de mayo de 2008
Comparaciones odiosas
Durante la convertibilidad, se necesitaban vender ocho toneladas de soja para comprar un metro cuadrado de un departamento tipo en Nueva Córdoba. Si te dedicabas al trigo, tenías que vender 14,8 toneladas para quedarte con un metro y si lo tuyo era el maíz, 16 toneladas, según datos de la Secretaría de Agricultura de la Nación y el Cedin.

En 2002, apenas devaluada la moneda, se requerían 3,5 toneladas de soja para comprar el mismo metro cuadrado; 7 de maíz y 4,5 de trigo.
Pero desde entonces, la inflación se comió las ventajas de la devaluación y también hizo lo suyo en los costos de la construcción. De hecho, construir en Córdoba un metro cuadrado costaba, en marzo de 2002, 399,46 pesos, según datos de la Dirección de Estadísticas de Córdoba. En marzo de 2008, el mismo metro cuesta 1.396,91 pesos, un 250% más.

¿Cuántas toneladas hacen falta hoy para comprar un m2 en Nueva Córdoba? De soja, 4,2 toneladas, 20% más que en 2002. De trigo, casi 6; de maíz, casi 8. Precios todos que tienen en cuenta las retenciones.

¿Lloran de llenos entonces? Este sería un buen argumento para quienes alientan la suba de las retenciones con su movilidad.
La cuestión está en que se ha incrementado la presión fiscal sobre un solo sector que viene haciendo aportes significativos desde 2002 a esta parte.
En su reclamo, ha desatado una crisis política y ha destruido las expectativas optimistas que tenía el país para 2008. El desánimo ha afectado hasta a los ahorristas, que de a poquito se pasan a dólares o se los llevan a su casa.
Yo estoy de acuerdo con las retenciones. Inclusive con retenciones móviles, que se muevan de acuerdo a la suba de precios internacionales para que exista algún desacople en los precios internos. Pero una alícuota del 95% "in eternum" por encima de los 600 dólares suena a demasiado.
Porque si los precios van viento en popa, prefiero que haya más chacareros ricos que una Presidenta con mucha plata. Los chacareros comprarán metros cuadrados baratos, se irán de viaje, arrasarán con todo lo que el comercio vende en los pueblos. Eso es empleo y crecimiento. De la otra forma, sabemos que la plata no vuelve.
 
posted by Laura González at 14:17 | Permalink |


2 Comments:


  • At 8 de mayo de 2008, 13:08, Blogger Iñigo Biain

    Estimada, al análisis le falta un costadito: ¿cómo se reparten las retenciones? Ojalá que esta nueva crisis nos ponga de cara a la gran discusión que nos estamos debiendo: la nueva ley federal de impuestos.

     
  • At 11 de mayo de 2008, 19:35, Anonymous Anónimo

    Si sos corrector/a de estilo, periodista o reseñador/a freelance, profesor/a, traductor/a para agencias y editoriales, ya es hora de que te des cuenta: sos un/a trabajador/a precarizado/a.
    Trabajás a destajo, yendo de un lugar a otro, dándole clases a gente que te hace sentir que sos un combo de un fast-food. Corregís cientos de erratas para empresas que fabrican inútiles libros. Tenés que convencer a tus jefes/as que vale la pena publicar tu nota. Nadie te avisa de nada, nadie te respeta. Laburás por céntimos, por millar de palabra, aportando al fisco como si tuvieras una empresa cuando sos tu propio empleado, sin vacaciones pagas, obra social, aguinaldo, derechos, gremio u organización donde agruparte para exigir lo que es tuyo. Esta injusta situación puede ser modificada porque nuestro país hoy impone esta modalidad a muchas otras disciplinas y tareas.
    No somos una minoría abandonada.
    Participá activamente lado a lado con todxs lxs otrxs compañerxs trabajadorxs. No seremos idénticxs pero merecemos ser iguales. Es importante que te sumes a la coordinadora comunicándote a precariosenlucha@gmail.com para que juntxs cambiemos las cosas!
    periodistas.colaboradores@gmail.com
    Hasta la victoria, enter!

    http://periodistascolaboradores.blogspot.com/