domingo, 20 de julio de 2008
¿Y si no sirvíó de nada?
Uno puede suponer que el voto de Julio Cobos es un freno directo al kirchnerismo de hoy y del que viene, que de ahora en más la competencia tributaria le va a corresponder sólo al Congreso, que no habrá más decisiones inconsultas de la naturaleza que pretendió abarcar la resolución 125, que se viene ahora un estilo de Gobierno más dialoguista, respetuoso de las diferencias, dispuesto a darle más institucionalidad y más democracia a todos los actos de Gobierno. Que los Kirchner van a asimilar el 17 de julio como una oportunidad para reconstruir y relanzar el Gobierno, profundamente deteriorado en imagen y en gestión durante la protesta agropecuaria.
Me gustaría eso y uno quiere pensar eso. Pero soy tremendamente pesimista. No se escuchó hasta ahora un solo acto de mea culpa, algo así como “aceptamos la decisión del Congreso”, en algo pudimos estar equivocados… No es que esté pidiendo ahora que el matrimonio se autoflagele, pero basta leer los considerandos previos en el decreto que deroga la 125 para intuir que no habrá nada de eso.
Quien se anima a decir que “nunca nos hemos traicionado” es porque lee primero un acto de traición que el de un reclamo genuino y ciudadano en la decisión del Congreso.
Creo que el Gobierno se sumergirá ahora a una caza de brujas en el seno del poder, en cómo hacer parir a los legisladores propios y aliados que se “cambiaron de bando”.
La frase “ya van a entender si es que entienden” es de alguien que no está dispuesto a aportar paz y, por lo tanto, esta crisis no habrá servido para nada. Los Kirchner van a gobernar de ahora en más buscando la oportunidad de la revancha.
 
posted by Laura González at 12:40 | Permalink |


1 Comments:


  • At 22 de julio de 2008, 9:39, Blogger San Gordelius

    Oooooooo... no lo van a decir nunca. Quiero decir, en la compleja y aturdida mente (si es que la tienen) del matrimonio presidencial hay un complejo esquema paranoico de apoyos y traiciones, y según ellos construyen poder así, victimizándose, y Cristina aprovecharía el desplante cobista para zamarrear a algunos que quiere sacar desde hace rato. Pero estoy desvariando...